Retomar su aliento, pausas regeneradoras para viticultores
Cuando uno cultiva la vid, tiene que saber recuperar su aliento. Desde el juego de Mahjong hasta el baño en el lago Hourtin, exploremos las distintas formas de descansar de nuestros viticultores alrededor del mundo.
El manejo de la vid es exigente, para el cuerpo y para el espíritu. Lograr concentrarse plenamente en estas tareas implica saber descansar, darse un poco de tiempo para recuperar fuerzas, haciendo nada… O algo completamente diferente.
¿Cuáles son las actividades «extravitícolas» necesarias para el bienestar de los trabajadores de la viña? ¿Cómo estos tiempos de respiro inspiran a los equipos? Fuimos a observar las actividades recreativas practicadas en las distintas propiedades, distintas y a la vez similares, de finca en finca, y nos dimos cuenta de que el «saber vivir» y el «saber hacer» van de la mano.
Pausa útil en el jardín
En el huerto de Rieussec, crecen pepinos, calabazas y camotes. En los costados, florecen los groselleros, y algunos metros más lejos, verbena, orégano y citronela perfuman el aire a medida que florecen. Ocuparse de este pequeño reino vegetal es una de las actividades favoritas de los equipos. El que viene a poner manos al huerto también echa un vistazo al contenedor de compost, donde echa un vistazo al compost donde se descomponen los restos de frutas y verduras consumidos en la propiedad..
Al otro lado del planeta, en Long Dai, la propiedad china de los Domaines Barons de Rothschild Lafite, viticultores y operarios cultivan en familia frutas y verduras en su propia parcela de tierra, a pasos del viñedo de Long Dai. El viñedo está ubicado en el campo, rodeado de pequeños pueblos: así que, de los viñedos al jardín, solo hay un paso.
Pausa activa
En Viña Los Vascos, el amor por el fútbol es serio y la práctica está profundamente arraigada en la cultura del lugar. La Viña chilena cuenta con tres equipos distintos. En su tiempo libre, tractoristas, viticultores y mecánicos improvisan partidos informales pero intensos, llamados «pichangas». ¡Nada mejor para mantener la comunicación y la cohesión del grupo!
El deporte también puede ser suave. En Château L’Evangile, el día comienza con una rutina de calentamiento, sugerida por un fisioterapeuta. La serie de ejercicios permite relajar las tensiones y preparar suavemente el cuerpo para el trabajo intenso en las viñas o en la bodega: de algún modo, es una pausa antes del esfuerzo.
Paseo rural
¿Tiempo para descansar? Aprovechemos para levantar la mirada y estirar las piernas. En el dominio de Aussières, basta dar unos pasos al costado del viñedo par sumergirse en la vegetación endémica. Reserva de la Liga para la Protección de las Aves (LPO), la finca es ideal para observar abejarucos, tordos o alondras del campo o escuchar a las encinas crecer. Un momento en compañía de la fauna y la flora, y el espíritu del viticultor cansado vuelve a ser ligero.
Siesta a la sombra: respiración profunda
Imaginen el verano en Long Dai: son las 11 de la mañana y el termómetro roza los 40 °C. Es hora de la pausa, hasta las 2 de la tarde, cuando las temperaturas empiezan a bajar. Los viticultores descansan a la sombra de los edificios, o vuelven a casa, en el pueblo cercano, para dormir siesta.
En invierno, el descanso del mediodía no tiene nada que ver. Es distinto, porque el sol se pone temprano, pero a veces los viticultores (a excepción de los tractoristas!) comparten un pequeño vaso de Baijiu, un alcohol de arroz local a 30 o 40° para calentar el cuerpo.
¿Y durante la cosecha? Tampoco se puede dormir siesta. Los gestos se suceden y las pausas sirven para llenar los estómagos de una comida ligera, pero nutritiva: el comedor de la propiedad funciona a pleno rendimiento.
Pausa latina: bailar la cueca
Cada vez que se presenta una ocasión festiva, Romina Fuentes, tractorista de la Viña chilena Los Vascos, actúa con su grupo de música «Romina y sus Rancheros». Y si no es ella, son otros músicos que animan la fiesta. Porque la cueca ya no es solo una pausa esperada, ¡es un show aplaudido! Que sea para el día de conmemoración de la independencia de Chile, durante las fiestas de fin de año o las de fin de cosecha, la cueca es indispensable. Baile nacional de Chile, oficializado por decreto en 1979, la cueca se baila en pareja y siempre se trata de recrear una historia de amor entre un hombre y una mujer. Los bailarines sacuden un pañuelo en el aire, se alejan, se acercan, giran… Son movimientos que los chilenos aprenden en la escuela para las celebraciones oficiales. Además, gracias a Romina, ¡Los Vascos tiene su propia cueca!
Ir de caza…
…en la viña. Algunos trabajadores de Aussières, preocupados por regular la fauna local, salen a cazar jabalíes al final del día después del trabajo. Otro continente, misma práctica: alrededor de la finca de Long Dai, a los obreros les gusta cazar por la noche con sus galgos. Una excelente manera de cambiar de enfoque sobre los viñedos y conectarse con las especies naturales que los rodean.
¡A comer! Pausas gastronómicas …
… O el aperitivo, el almuerzo, la merienda. Alrededor del mundo, los equipos celebran los mejores momentos del año compartiendo comidas, pausas amistosas por excelencia. Asado en Los Vascos, tablas y ostras para los Rencontres de Aussières, banquete de fin de poda… Afortunadamente, no faltan las oportunidades de reunirse. También son momentos perfectos para probar los vinos de otras propriedades: disfrutar de una pausa en casa para probar los sabores de más allá, por ejemplo los vinos del dominio William Fèvre, que acaba de incorporarse a la familia de los Domaines Barons de Rothschild Lafite. Las lenguas se desatan, las espaldas se alivian.
Partida de juego: respiro recreativo
Después de un día de trabajo serio, ¡es tiempo de jugar! Quedémonos un poco más en Long Dai. En el valle de Qiu Shan a las generaciones más antiguas les gusta jugar al Mahjong, juego tradicional chino, primo del dominó. Los más jóvenes se reúnen alrededor de los jugadores, como observadores. No se habla de uva, sino de todo un poco, mientras las manos forman combinaciones ganadoras o perdedoras. Un momento de descanso entre colegas, entre amigos.
En Francia, en los Châteaux bordeleses como Lafite Rothschild o L’Evangile, es el pétanque (el juego de bochas) que es popular, especialmente en grandes ocasiones. Cada propiedad tiene sus aficionados.
Soplar velas
¿La mejor excusa para soplar? Tener un delicioso pastel de chocolate y dulce de leche justo bajo la nariz, con una vela encima. Celebrar los cumpleaños de los empleados es una tradición importante en ambas propiedades latinoamericanas. En Los Vascos, Chile, cada cumpleañero tiene el día libre, para que pueda disfrutar con su familia. En Bodegas CARO, a fines de cada mes, se celebran todos los cumpleaños de los últimos 30 días con uno de estos pasteles gigantes. Una buena manera de compartir buenas ondas y volver a trabajar – tal vez un poco más pesado, pero lleno de energía.
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