Mezclas 

Durante el invierno especialmente complejo de 1871, las temperaturas bajaron hasta los -14 °C en la Gironda en los cuatro primeros días de enero. El río Garona se congeló hasta los puentes de Burdeos y un tercio de las vides del Médoc se helaron hasta las raíces. 

Apoyo radical a su equipo local

Y por qué no, si la temporada 2000 -con azul y dorado, y Jeroboam de delantero suplente- se anunciaba tan prometedora.  Si hemos despertado su curiosidad, lo invitamos a conocer la historia completa de la Liga Lafite y la Liga Sudamericana que relataremos en una próxima edición.

«Había un hombre que se suponía que sabía algo de agricultura, o al menos eso decía la gente. Era un profesor, es decir, un empleado del gobierno. Había alquilado una pequeña granja en buen estado, bastante ordenada, que tenía un buen terreno regular. Había viñas, moreras, un prado y cerezos. Bueno, el caso es que el profesor se volcó a su labor de agricultor. Se quitó la chaqueta, se arremangó las mangas de la camisa y se puso a trabajar. Al cabo de un año, el lugar era un desierto. Un verdadero desierto. Los árboles se enfermaron. Daba lástima verlos. Ya no había cerezas, ni viñas ni pradera. Todo parecía estar harto de la vida. El profesor trabajaba un poco por aquí y por allá, cambiaba la dirección de las ramas…  Y envolvía las uvas en pequeñas bolsas de papel.  Tal como estaba, nadie aceptaría hacerse cargo de la propiedad, aunque la regalaran. No quedaba nada vivo ahí. Así con ese hombre, el médico de las raíces, con su gran libro en la mano. Hay cosas que no se aprenden en los libros.” — Jean Giono, Segunda cosecha.