Oficios: cambios de aire
Conversamos con 4 empleados: reconversiones, llegadas, idas y vueltas en las propiedades de Domaines Barons de Rothschild Lafite
Conversamos con 4 empleados: reconversiones, llegadas, idas y vueltas en las propiedades de Domaines Barons de Rothschild Lafite
Ningún sector se libra de este fenómeno, ni siquiera el mundo del vino. Si las generaciones anteriores podían hacer toda su carrera en un mismo servicio o en una misma empresa, las generaciones de hoy cambian cada vez más de profesión a lo largo de su vida.
El resultado es que dentro de una misma estructura, las fronteras entre los servicios ya no son tan herméticas como antes. Hemos conversado con profesionales que se han reorientado o reconvertido, personas que hacen vivir nuestros viñedos, nuestras tierras y nuestros vinos. Con las manos en la tierra, el paladar en plena cata o la mirada puesta en una pantalla, cada uno evoluciona según sus ambiciones.
Para encontrar a Nicolas en las Domaines Barons de Rothschild Lafite , hay que pasar varias puertas, hasta llegar al servicio informático. Allí postuló en los años 2000, después de haber terminado su formación como analista programador. Pero solo llegó a este servicio 23 años más tarde. Mientras tanto, su día a día estuvo marcado por visitas y catas.
Volvamos a los años 2000. Nicolas encuentra un primer trabajo como analista programador, un trabajo «muy de moda en la época porque ofrecía muchas oportunidades profesionales». Le gusta, pero de repente, después de varios años, ciertos problemas de salud le impiden seguir trabajando. Busca un nuevo camino. Nicolas que creció rodeado de viñedos en el Médoc, decide postular para ayudar en la cosecha en el Château Lafite Rothschild. «Todo el mundo conoce a alguien que trabaja, o cuyos padres trabajan en los Châteaux». Empieza modestamente como cosechador, sin sospechar todas las otras oportunidades que se van a abrir frente a él.
Se lleva bien con los equipos, le proponen que se quede, primero en los viñedos, y luego en la bodega donde trabaja un año y medio. Gracias a su conocimiento del inglés y del español, se convierte en encargado de las visitas y degustaciones. Realiza entre dos y cuatro visitas al día y se forma a la viticultura en el terreno y mediante recursos en línea. Recuerda: «Fue una época muy feliz, aunque muy intensa».
Nicolas está contento, pero no olvida de dónde viene. En 2023, cuando la dirección de recursos humanos le propone hacer una formación para convertirse en analista de datos en viticultura, aprovecha la oportunidad. «Podría haberse hecho antes, pero no había necesidad. Fue realmente una cuestión de tiempo. Me alegré al saber que iba a poder utilizar mis años de estudios y de trabajo en informática».
Hoy, trabaja sobre un programa empresarial usado por todas las fincas DBR Lafite y mide el impacto de su trabajo en las decisiones estratégicas que se toman cada día. Entonces, ¿reconversión o vuelta a las raíces para Nicolas? «¡Un poco de las dos cosas!», responde. «Al volver a la informática, asumí nuevas responsabilidades, con nuevas temáticas. Y tomé la decisión de abandonar una cierta comodidad laboral».
Nelly no estaba predestinada a gestionar la producción de vino de una finca que se extiende por 550 hectáreas – de las cuales 180 son viñedos – en Aussières. Su historia empieza en otra región, también conocida por sus vinos: Borgoña.
De joven, Nelly busca una profesión polivalente que combine técnica, manual y relacional. Es lo que la lleva a ser óptica. Rápidamente, se encarga de una primera tienda, y luego de una segunda. Para poder disfrutar de su vida familiar, incompatible con su agenda, deja su carrera de lado.
A continuación, se muda con su familia al Languedoc. Allí, se involucra en varias asociaciones en las cuales se encarga de la administración, lo que confirma su deseo de empezar a trabajar de nuevo. Pero decidió no volver a ser óptica; ya no era lo correcto para ella.
Empieza a buscar un trabajo administrativo y una extraña coincidencia la lleva a cruzar el camino de DBR Lafite. «Una mañana, voy a una feria de empleos que tiene lugar en Narbona, y me encuentro cara a cara con un padre de alumno que había visto una hora antes en el patio de la escuela, en el stand en Domaine d’ Aussières. Me cuenta que hay un puesto vacante en la administración. Esta feria suele tener lugar a más de 60 kilómetros de distancia, ¡de lo contrario nunca habría ido!»
En la feria, Nelly intercambia con los equipos y consigue una tarjeta de presentación. Postula y su perfil convence. Entusiasta y motivada, comienza como asistente administrativa en Domaine d’ Aussières.
Contabilidad, recursos humanos, relaciones con proveedores y socios… Se convierte en jefa de orquesta de la vida cotidiana de Aussières. Muy autónoma y organizada, asume rápidamente responsabilidades. Tres años después, es nombrada asistente de producción, donde trabaja en pareja con el encargado de línea. El Domaine d’Aussières es el único de Domaines Barons de Rothschild Lafite en Francia que posee una línea de producción in situ tan importante, lo que le permite un seguimiento de principio a fin, desde el embotellado hasta el etiquetado y el envío de los pedidos. A principios de 2023, Nelly se convierte en gerente y encargada de producción. Mirando hacia atrás, dice: « Entrar por lo administrativo ha sido un verdadero trampolín. Me ayudó a entender el funcionamiento de la estructura, a ver el día a día de los equipos.»
Una reconversión, sin duda, pero cuando evoca sus recuerdos, Nelly ve una conexión con su pasado. «Mi abuelo era responsable de la sección de bebidas de un supermercado en Borgoña. De niña, me llevaba a la fábrica de uno de sus proveedores. ¡Estaba completamente fascinada! Y ahora, traigo a mis propios hijos al domaine».
El recorrido de Pierre-Antoine Richez es difícil de resumir, ya que las ramificaciones son numerosas.
Un verano, visitó por primera vez un viñedo con su mejor amigo y el padre de este, ambos apasionados por la viticultura.
Seducido por el oficio, Pierre-Antoine inicia sus estudios con un diploma de técnico superior y luego una escuela de ingeniería en agricultura. Agroalimentario, ganadería, viveros… Durante sus prácticas profesionales, lo prueba todo, y esto le confirma su deseo inicial: quiere trabajar en el vino, «una de las pocas industrias que abarcan desde la materia prima hasta el producto final».
Lo que lo lleva a DBR Lafite, es una coincidencia. Su plan inicial de práctica de fin de estudios no le convence del todo y encuentra un anuncio para un trabajo en China, en Long Dai. No conoce ni el sector, ni una palabra de mandarín, pero se atreve a aceptar el puesto.
«Me quedé allí nueve meses en vez de seis. Después de un rápido regreso a Francia para la defensa de mi tesis, me propusieron volver. Regresé a China a principios de 2020, cuando Francia se estaba confinando».
Finalmente, Pierre-Antoine permanece allá dos años más, como asistente técnico del viñedo. Trabaja esencialmente en la sectorización del viñedo y la instauración de un sistema de riego de precisión.
El final de su misión se acerca, y Olivier Trégoat, director técnico de todas las propiedades de DBR Lafite (excepto Château Lafite Rothschild y Château Duhart-Milon), que lo sigue desde el principio, le propone ir a Viña Los Vascos, en Chile. Allí descubre otros vinos y también una organización distinta. Se queda tres meses para dirigir algunos trabajos en la bodega y enriquecer su experiencia.
En 2022, Pierre-Antoine regresa a Francia. Le hablan de una nueva oportunidad para asistir a la directora de operaciones de Château l’Evangile. «Después de tres años en el extranjero, tuve que readaptarme a la cultura francesa». Luego, pasa por Rieussec, donde descubre los procesos de fabricación de los vinos blancos y licorosos.
Retrospectivamente, piensa: «Me uní a cada finca según las oportunidades e hice progresos técnicos que no habría podido hacer en otro lugar, en apenas cuatro años.» En este momento, Pierre-Antoine quiere establecerse en algún lugar. A principios de 2023, se convierte oficialmente en assistente de dirección técnica, y acompaña el Domaine de Long Dai y el Château l’Evangile, a los que ya conoce. Su último trabajo le ofrece una visión más transversal.
¿A donde lo llevaron sus vueltas por el mundo? Sonríe, y declara: «¡De jugador de un equipo de fútbol, pasé a ser el entrenador! »
A principios de su carrera, Sylvie Parrot ya sabe lo que quiere: antes que el dichoso contrato indefinido, prefiere el de duración determinada, que le ofrece más flexibilidad. Se hace contable, segura de poder encontrar trabajo sin estar atada de pies y manos a una empresa. Después de un bachillerato profesional, un diploma de técnico superior y otro preparatorio a los estudios de contabilidad y finanzas, entra al mercado laboral en 1997.
Durante seis años, pasa por varias empresas. Aunque el mundo del vino nunca le había intrigado hasta ese momento, esta nativa de Castillon-la-Bataille ya había frecuentado productores. Entonces, cuando recibe una propuesta para un trabajo temporal de contable en DBR Lafite, no lo duda un segundo. La misión dura seis meses, pero una vez terminada, enseguida le ofrecen un nuevo cargo: asistente comercial para los Primeurs. Sale de su zona de confort y aprende sobre la marcha. Al final, le proponen quedarse, pero no está convencida y rechaza la oferta. «Eso sin saber que dos meses después, los equipos me ofrecerían un nuevo puesto de asistente informática. De nuevo les pedí que fuera una misión temporal, y volví con un contrato de corta duración». Sylvie se adapta perfectamente a esta nueva función.
En 2007, vuelve a sus primeros amores cuando se une a un departamento recién creado para controlar el rendimiento de las propiedades: el control de gestión. Esta vez, el contrato temporal no es una opción. Hace una excepción a su regla y cuatro años después de su llegada a DBR Lafite, Sylvie firma un contrato indefinido. Permanece en su puesto hasta 2014.
Ese año, recibe una propuesta para unirse al nuevo servicio de operaciones. Se forma para hacerse cargo de las previsiones de ventas y trabaja en la planificación, producción y control de stock.
En 2023, se convierte en responsable de suministros y coordinadora del sistema de información.. Trabaja en la adquisición de el Domaine William Fèvre, colabora con la contabilidad para generar stocks suficientes, hace ordenes de compra… y así aprovecha sabiamente sus años pasados en distintos sectores.
«Si miramos mi trayectoria, podemos hablar de ‘reconversión’, pero yo lo veo más como una consecuencia lógica», dice. «Me defino como una navaja suiza, lo que me permite evolucionar humanamente y profesionalmente. De la contabilidad, mi profesión inicial, siempre conservé el rigor.»
Si bien Sylvie pasó 20 años en DBR Lafite, puede mirar atrás con el orgullo de haber sido fiel a su espíritu: ¡veinte años en la empresa, sí, pero ejerciendo seis profesiones distintas!