El jefe de bodega
La labor de precisión y sensibilidad del jefe de bodega «da cuerpo» al vino nuevo.
Tras el seguimiento de la vendimia y las fermentaciones, prepara la cata de las mezclas para cada variedad de uva y cada terroir. El «recién nacido», que pronto verá la luz, representa la imagen de la propiedad.
«El jefe de bodega está atento a la más mínima variación durante la lenta gestación del nuevo vino.»
Ya preparada la mezcla, el jefe de bodega supervisa cuidadosamente la crianza del vino hasta que está lista la nueva cosecha.
Coordina las funciones del personal de la bodega, atento a los más mínimos cambios que se puedan producir durante la gestación del nuevo vino.
Finalmente se encarga de vigilar las tareas de preparación del embotellado.
El personal de bodega
Conocidos como los «hombres de las sombras» porque rara vez ven la luz, el personal de bodega es quien «maneja» el vino desde la llegada de la uva hasta su embotellado.
El personal de bodega tiene una íntima relación con el vino durante su larga crianza y asume la parte del trabajo que permite que el vino mejore mediante el contacto con la madera y se clarifique naturalmente.
El otoño es la estación en que se realiza un sinnúmero de labores, incluidas recepción de la cosecha, encubado, prensado, puesta en cubas, mezcla y limpieza.
Una vez que el vino ha sido puesto en barrica, el personal de bodega es el encargado de realizar el llenado y trasiego cada 3 meses.
Hasta el embotellado, este ciclo se prolonga hasta 3 años para los grandes vinos.