El año 2023 abrió con lluvias en nuestros viñedos de Burdeos, ¡y eso nos tranquilizó mucho!
La legendaria sequía de 2022 era todavía un recuerdo latente y los 500 milímetros de lluvia que recibimos entre el final de la vendimia y la primavera hicieron muy bien a nuestras reservas y a nuestras mentes.
En Pauillac, las parras brotaron bastante tarde, específicamente entre el 5 y el 19 de abril. La primavera fue lluviosa, con precipitaciones regulares que nos obligaron a fumigar todas las semanas de mayo. La viticultura orgánica ya forma parte de nuestro modo de vida y los equipos de Lafite, Duhart-Milon, L’Évangile y Rieussec debieron poner a prueba su aguda capacidad de observación y reacción ante esta caprichosa cosecha. En Paradis Casseuil, en nuestros viñedos de Entre-deux-Mers, donde las precipitaciones fueron casi el doble que en otros lugares, la situación fue más compleja.
La floración comenzó a mediados de mayo para una cosecha que tuvo un inicio bastante convencional. Desde el principio, las vides mostraron rendimientos prometedores y ganaron vigor. Hacia finales de junio, las temperaturas medias diarias nos sorprendieron, ya que fueron muy similares a las de 2022, pero con mucha más lluvia. Con ojos atentos, vigilamos las parras para detectar la más incipiente muestra de oídio. Esperábamos con ansiedad a que comenzara el envero. Las lluvias nos acompañaron durante todo julio y agosto y las vides se acostumbraron al incesante repicar de las gotas que solo era interrumpido por el estruendo de las tormentas que recorrían la región…
Entre lluvia y lluvia, organizamos nuestro ya tradicional triatlón, en el que el barón Éric atravesó el lago de Piqueyrot nadando de espalda y Kevin ganó la prueba individual con una extraordinaria actuación.
Al otro lado del mundo, nuestros viñedos de Long Dai, en China, tampoco se libraron de las lluvias y una fuerte tormenta nos azotó a finales de agosto. En Aussières, en Corbières, ocurrió exactamente lo contrario: ni una sola gota de agua y las viñas nos demostraron una vez más su capacidad de recurrir a sus reservas para salir adelante.
El hemisferio sur también fue escenario de eventos extremos. En Bodegas CARO, en Argentina, debimos hacer frente a una ola de heladas tardías, que afortunadamente no afectarán a la calidad de una cosecha que se anticipa muy favorable y equilibrada. En Los Vascos, la cosecha también se anuncia prometedora, luego de un final de verano más fresco de lo habitual y a pesar de las inundaciones provocadas por las lluvias torrenciales que se produjeron a fines de junio, en pleno invierno austral.
En Burdeos, dos olas de calor sucesivas marcaron el final de agosto y el principio de septiembre. El termómetro marcó temperaturas nunca antes vistas. Las viñas no están acostumbradas a este fenómeno tan avanzado el ciclo. Las hemos observado de cerca para comprender sus reacciones y tomar las decisiones adecuadas para la vendimia.
Empezamos a vendimiar nuestros blancos secos en Rieussec el 21 de agosto y los blancos de Duhart-Milon diez días más tarde en Pauillac.
En L’Évangile, cosechamos los primeros Merlot a principios de septiembre y seguimos el 7 del mismo mes en Lafite, con las parras más jóvenes. Cuando se trata de fechas de cosecha, a veces tenemos la impresión de que empezamos demasiado pronto… ¿o demasiado tarde? Siempre hay dudas, por eso, la decisión de cuándo cosechar cada parcela se toma siempre luego de un profundo análisis.
Nuestras uvas de Aussières y Paradis Casseuil alcanzaron la madurez unos días más tarde, al igual que las de Long Dai, a pesar de las abundantes precipitaciones del año. A principios de octubre, celebraremos allí nuestro 15º aniversario, que marcará la primera etapa de madurez de nuestro joven viñedo chino. Al mismo tiempo, en Rieussec, la botrytis concluía su mágica labor, produciendo este año un néctar particularmente concentrado.
La situación geopolítica del mundo y las alarmantes noticias sobre el calentamiento global no pueden hacernos desistir. En 2024, más que nunca, compartiremos vinos que hablen de nuestros territorios, de quiénes somos y de nuestras convicciones humanas y medioambientales. Estamos en proceso de obtener la certificación B Corp, una referencia internacional en materia de responsabilidad medioambiental y social que nos exige actuar más allá de nuestras palabras Estamos orgullosos de nuestro equipo, que trabaja cada día con una profunda conciencia de los desafíos de protección a largo plazo que vienen de la mano de nuestra actividad.
En 2024, viajaremos hacia el norte, como estrella polar, atraídos por el sabor de los grandes vinos blancos de los terroirs de piedra caliza del periodo Kimmeridgiense de la propiedad William Fèvre en Chablis, donde nos aprestamos a aprender de este nuevo territorio para poder compartir las nuevas lecciones con ustedes.
Sin embargo, nunca olvidamos nuestras raíces del Médoc, representadas este año por nuestras vacas marinas, inmortalizadas en los humedales de Lafite, donde viven en libertad desde hace más de diez años.
Este año, nuevamente, hemos visto partir a grandes amigos. Recordamos con mucho cariño a Jean-Michel Cazes, entrañable amigo, vecino del Médoc de quien tanto aprendimos.
Desde hace más de treinta años, cada año se invita a un fotógrafo a instalarse en Lafite. Las imágenes que produce se utilizan para nuestra tarjeta de felicitación. En 2023, la fotógrafa holandesa Charlotte Dumas ha sido la elegida.